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Foto del escritorLony Fernandez Alvarez

Comprando toallas sanitarias



Mi vida desde mi nacimiento la he pasado rodeado de mujeres. Soy el primogénito de mi madre y único varón. Conviví desde temprana edad con mis 2 hermanas y mi mamá. Al casarme además de mi esposa, en la familia nos acompañan nuestras dos hijas. En fin, en mi paso por esta vida siempre he estado rodeado de mujeres.


Como padre de jovencitas y esposo, al hacer la compra de supermercado siempre me toca pasar por la góndola en donde están las toallas sanitarias.


El problema con comprar toallas sanitarias no es el hecho en sí de la compra. Como diseñador cuando veo la góndola del supermercado no puedo diferenciar una marca de otra y el tipo de toalla sanitaria que ando buscando por la simple razón que todas las marcas utilizan la misma paleta de colores y tipografías, hasta los nombres son similares…. Me pregunto, ¿dónde está la creatividad en el diseño de empaque y estrategia de marca?


Hoy mi escrito estará enfocado en la importancia de un buen diseño de marca y packaging a la hora de desarrollar un producto. Desde mi experiencia de compra, me resulta impensable pasar desapercibido sin evaluar y analizar los empaques de los diferentes productos durante la habitual tarea de hacer compras. Verifico todo producto que me encuentro en el trayecto, aún sea una ojeada superficial; desde su forma, color, envase, etiqueta, funcionalidad, etc…


Algunos expertos de la estrategias de Marketing y Creatividad sostienen que existen cánones no escritos, que un producto lo precede a una forma de envase y color en especifico y que salirse de estos parámetros establecidos, más por costumbre que por cultura, el producto se ve afectado y tengo para decir que, en mi opinión, esto no es así. Existen marcas que han sobresalido en su renglón de productos por el simple hecho de ser diferentes, de ahí, que su estrategia es pensada en torno a ese elemento diferenciador.

Vanish, por ejemplo, es un producto blanqueador que compite directamente con el cloro y demás detergentes blanqueadores de tan vasto mercado. En su lanzamiento, en lugar de usar los típicos azules, verdes y rojo que utilizan las demás marcas del reglón de producto, estos decidieron salir con el rosa y en base a ese color dirigieron toda su campaña de marketing y comunicación publicitaria logrando diferenciarse de los demás, obteniendo con esto excelentes resultados altos niveles de aceptación. Este, mis amigos, es solo uno de los tantos ejemplos que podría utilizar, donde el uso de colores no comunes en categorías particulares permite distinguir el producto de la competencia, asegurando además el tan deseado posicionamiento de marca.


El envase predetermina el producto y es común ver en una misma categoría diferentes productos con los mismos envases. Por otro lado, marcas como Coca Cola, Absolut, Johnny Walker en sus categorías han tenido éxito al ofrecerles a los clientes envases diferenciadores de los demás.


Cuando les toque conceptualizar o diseñar un producto, piense como cita el tan acertado cliché “fuera de la caja” y ofrezca niveles de creatividad donde su producto resalte además de por su calidad, también por su presentación. Evitemos caer en la trampa de quedarnos en lo común, solo porque “es lo que vende''.


Un buen diseño de empaque debe responder a 7 características claves, que son:


Diseño y creatividad. Al momento de diseñar un envase puedes buscar la originalidad que necesitas para destacarte ante los demás y que además te permita responder ¿qué no está haciendo tu competencia que el consumidor demanda?


Imagen de marca y fidelización. Lograr el reconocimiento por parte de los consumidores se basa en lograr elementos visuales y característicos propios de la marca presentes en el envase constantemente.


Calidad. Tu producto y envase deben de ser coherentes, no debes darte el lujo de presentar un buen producto en un mal empaque. Esto no se trata de que el envase sea mejor que el producto, esto también es desfavorable. El juego consiste en lograr una coherencia entre el producto y el envase que lo representa.


Funcionalidad. No te cabe el producto en la nevera, o no permite un almacenamiento óptimo en la despensa, también puede ser que la presentación del producto sea para 4 personas pero tu no sabes qué hacer con las 3 porciones restantes… El envase tiene que ser manipulable, debe permitir abrir con facilidad, transportar, apilar o desechar de forma simple.


Ahorro. El éxito de desarrollar un buen packaging, consiste en permitir ahorrar en materiales a la hora de la fabricación del mismo, su logística y transporte. No podemos olvidar que todo envase no solo debe destacarse en la góndola de un supermercado o tienda, también debe cumplir funciones básicas de almacenaje y protección de su contenido. De ahí que la estrategia de distribución haga su entrada triunfal…o no.


Sostenibilidad. En sociedades los empaques de productos deben ser reciclados de manera eficiente, ya que los materiales de estos sean reutilizados, el empaque sea biodegradable o se le pueda dar un segundo uso como sucede con productos como la mayonesa o jalea en donde sus envases son reusados para guardar diversos objetos.


Intención de compra. En este aspecto se resume todo, aquí es donde el diseñador juega con el equilibrio del empaque en donde el material, la funcionalidad y la presentación construyen la percepción perfecta que propicie la última persuasión que necesite el consumidor para adquirir el producto. Todos, en algún momento, hemos comprado un producto solo por el empaque.


Ya sea comprando toallas sanitarias o cualquier otro producto, cuéntame en los comentarios cómo es tu experiencia con los empaques y qué recomendarías?


Comparte tu opinión en la casilla de comentarios.


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