El pasado 26 de julio de 2024 se inauguraron los XXXIII Juegos Olímpicos de verano en París, Francia, donde se pudo apreciar una ceremonia inaugural impresionante. Estos juegos, históricamente, han buscado resaltar a la humanidad por encima de las imposiciones religiosas, culturales, económicas y geopolíticas, las cuales han generado diversidad de conflictos en la historia de la humanidad. Como individuos sociales, hemos desarrollado una diversidad de culturas propias de las costumbres y del contexto de cada país.
El escándalo ha sido tal que el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos, París 2024, ha sido criticado específicamente por la representación de "La Última Cena" de Leonardo da Vinci.
Soy un fiel fanático de los Juegos Olímpicos. Desde muy temprana edad, cada cuatro años, me deleitaba viendo las ceremonias inaugurales de los Juegos de Verano desde Atlanta 1996, donde se celebró el centenario de los mismos y fueron los primeros que vi, con apenas 13 años de edad en ese entonces. Quedé maravillado con el espectáculo de ver a los atletas de cada delegación desfilar orgullosos de sus colores nacionales detrás del abanderado de su país, y más aún cuando vi en vivo desfilar a los atletas dominicanos y disfrutar del encendido de la antorcha. Desde entonces, religiosamente he disfrutado de estas aperturas cada 4 años.
Pero antes de responder al enunciado de este artículo sobre por qué París fue una oportunidad perdida, me gustaría hablar del símbolo de los Juegos Olímpicos y su verdadero significado, así como repasar algunos de los logos de mayor impacto en la historia de este gran evento de la humanidad.
En 1913, Pierre de Coubertin, el visionario detrás de los Juegos Olímpicos Modernos, diseñó el símbolo olímpico, conocido mundialmente como "los Anillos Olímpicos". Estos anillos representan los cinco continentes: Oceanía, África, América, Asia y Europa. Cada anillo tiene un color específico: el azul para Europa, el negro para África, el rojo para América, el amarillo para Asia y el verde para Oceanía. Los seis colores olímpicos (azul, negro, rojo, amarillo, verde y blanco) fueron elegidos porque, al menos uno de ellos, está presente en las banderas de cada país competidor.
Aunque los primeros Juegos Olímpicos Modernos se celebraron en 1896, no fue hasta los Juegos de París de 1924 cuando se utilizó por primera vez un logotipo propio, además de los Anillos Olímpicos. Desde entonces, 24 olimpiadas han presentado sus propios logotipos distintivos. A continuación, mencionaré los logotipos más impactantes a nivel de diseño y otros destacados por las controversias que los rodearon.
TOKIO 1964
El logotipo de los Juegos de Tokio de 1964 fue diseñado por el renombrado diseñador gráfico japonés Yusaku Kamekura. Según se cuenta, Kamekura dibujó el logotipo pocas horas antes de la fecha límite para presentarlo al Comité Olímpico Internacional, y su diseño fue el elegido entre todas las propuestas.
En un artículo publicado por la Universidad de Yale, Kamekura confesó sobre el diseño de este logotipo: “Dibujé un gran círculo rojo encima del logo olímpico. La gente puede haber considerado que este gran círculo rojo representaba a Hinomaru, pero mi verdadera intención era expresar el sol. Quería crear una imagen fresca y vívida mediante un equilibrio entre el gran círculo rojo y la marca olímpica de cinco anillos. Pensé que haría que Hinomaru pareciera un diseño moderno” (Shimizu, Satoshi, 2011).
MÚNICH 1972
Para la edición de los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972, se presentaron 2,332 propuestas de diseño. La propuesta elegida fue la del diseñador gráfico y tipógrafo alemán Otl Aicher. Aicher es conocido no solo por el logotipo de las olimpiadas de Múnich 1972, sino también por diseñar el icónico logotipo de la línea aérea alemana Lufthansa.
El diseño de Aicher para los Juegos Olímpicos de Múnich 1972 es recordado por su estilo claro y moderno, que buscaba transmitir una imagen de alegría y optimismo.
ATLANTA 1996
El responsable del diseño del logotipo de los juegos que conmemoraban los 100 años de las olimpiadas modernas fue Primo Angeli, un diseñador y artista italiano especializado en diseño para marketing y comunicaciones.
LONDRES 2012
Rachel Whiteread, nacida en Londres en 1963, se convirtió en la primera mujer en ganar el prestigioso Premio Turner en 1993. Este galardón reconoce a los artistas británicos menores de 50 años y celebra sus contribuciones al arte contemporáneo.
Whiteread fue la encargada de diseñar el logotipo de las Olimpiadas de Londres 2012. Este logotipo, famoso tanto por su diseño como por su costo, ocupa el octavo lugar entre los 10 logotipos más caros de la historia, con un precio de $625,000 dólares. Es importante destacar que menciono este logotipo debido a la controversia que generó su costo en su momento, y no porque lo considere uno de los mejores diseños olímpicos.
TOKIO 2020
Este logotipo no fue la primera opción. El logotipo elegido para los Juegos de 2020, que se celebraron en el verano de 2021 debido a la pandemia del COVID-19, fue originalmente presentado por el diseñador japonés Kenjiro Sano, quien señaló que representaba una "T". Al hacerse público, el artista belga Olivier Debie denunció en internet las similitudes entre un logotipo creado por él para el Teatro de Lieja y el presentado por el comité organizador.
Ante el escándalo, se escogió el logo ideado por el diseñador japonés Asao Tokolo, entre cuatro finalistas, como el logo oficial de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El logo presentado por Tokolo simboliza la unión de diferentes países, culturas y formas de pensar, e incorpora el mensaje de unidad en la diversidad.
PARÍS 2024
Para los Juegos Olímpicos de verano 2024, la firma francesa Royalties Ecobranding presentó una propuesta que fusiona la historia del evento deportivo con la tradición francesa. El diseño destaca una llama olímpica enmarcada en un círculo dorado, simbolizando la medalla que se otorga a los ganadores. Dentro de este círculo, se refleja la silueta del rostro de Marianne, símbolo de la República Francesa, quien comenzó a representar a la patria durante la Revolución. Según Infobae en su artículo titulado “El símbolo de los Juegos Olímpicos de París 2024: qué significa el logo y por qué se relaciona con las mujeres”, este diseño evoca tanto la historia como el orgullo nacional.
De los 24 logos diseñados hasta la fecha para los Juegos Olímpicos, y basándome en criterios de representación (5 puntos), utilidad (5 puntos) y originalidad (5 puntos) —criterios que he utilizado en este artículo para evaluar diversas identidades gráficas—, aquí están mis 5 favoritos:
París 2024 (representación 5pt, utilidad 5pt, originalidad 5pt = 15pt)
Tokio 1964 (representación 5pt, utilidad 5pt, originalidad 4pt = 14pt)
Múnich 1972 (representación 4pt, utilidad 4pt, originalidad 5pt = 13pt)
Tokio 2020 (representación 4pt, utilidad 4pt, originalidad 4pt = 12pt)
Atlante 1996 (representación 4pt, utilidad 4pt, originalidad 3pt = 11pt)
Conclusión
En relación con el tema que les he invitado a explorar —la historia gráfica y sus orígenes, así como los diseñadores que han aportado su talento a la creación de estos logos— quiero aprovechar esta oportunidad para destacar el verdadero espíritu de hermandad que estos Juegos buscan resaltar. En ellos, culturas, economías, pensamientos políticos y religiosos quedan en un segundo plano, poniendo en primer lugar la confraternidad de la humanidad, superando nuestras diferencias.
¿Por qué perdió París la oportunidad? Perdió París, perdió Francia, y en última instancia, perdió la humanidad con una inauguración que resultó ser un espectáculo dantesco. Permitir que los organizadores de estos Juegos llevaran agendas particulares a una celebración de la humanidad es inaceptable. No entraré en detalles sobre la inclusión obligatoria de las minorías; entiendo que todos tienen el derecho a expresar sus ideas, pero esa no es la cuestión aquí. Aprendamos a respetar los espacios y dejemos que esta generación iconoclasta quede en el olvido. A la comunidad LGTB les hago un llamado a construir sus propios héroes y su propia cultura, sin necesidad de destruir lo que ya existe, como mencioné en mi artículo “Generación iconoclasta” publicado en enero de 2022.
¡Qué gran oportunidad perdió París al no ver a los atletas de todo el mundo entrando por el Arco del Triunfo con sus banderas! cual símbolo de la lucha de hombres y mujeres a lo largo de la historia por las libertades que hoy disfrutamos. París perdió la oportunidad de contarle a esta generación la historia que hizo grande a Francia.
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